La evidencia de la planilla del juego es clara y contundente. Oliva aseguró el pasaporte al cuadrangular final en los primeros dos cuartos, donde desplegó en plenitud las capacidades individuales, ante un Sudeste pasivo y sin reacción.-
Fué tardío su despertar en el segundo parcial, el tercer cuarto terminó igualado y el cuardo lo mostró triunfador por la mínima, mientras los locales se conformaban con la ventaja de los primeros veinte minutos y mantener en cancha durante 38,39 minutos, a la máxima expresión basquetbolística del cuadrangular, Diego Gerbaudo goleador del juego con 21 puntos.-
Lo actuado por Sudeste está cerca de una hazaña, calificativo que no es un recurso didáctivo, sino que llegar a la final estaba dentro de los límites de lo imposible, no sólo en la opinión común sino en la convicción de todos, plantel y cuerpo técnico, que llegaban para cumplir la cita reglamentaria. Una incosistente "práctica" de 2 horas, con algunos "faltazos" importantes donde varios se conocieron en la misma y el 90 % con el único rodaje en el ámbito asociativo.-
Entonces apareció el trabajo de persuación de Walter Milotich y Walter Carrasco, los responsables técnicos, de trasmitirles que había que demostrar más que ganarle a los rivales superar un estado de ánimo en derrota y sin motivación alguna.-
Por eso el triunfazo en el cotejo inicial sobre uno de los candidatos como lo indica la historia de los provinciales, nos referimos a San Francisco y revalidarlo al día siguiente sobre Punilla, no se puede circunscribirlo estrictamente a un hecho técnico y delimitarlo en el ámbito de la crítica donde prevalecen los valores fríos del intelecto.-
¡NO! Nunca como en esta circunstancia pesaron los valores humanos, nunca como en esta oportunidad gravitaron las influencias emotivas, porque justamente ese mismo inmenso temor que llevaron a Oncativo, ese temor a un "ruidoso papelón", fué fabricando paradójicamente el anticuerpo para que todos se fortalecieran, a medida que lo imposible se hacía más tangible, más al alcance de la mano. LLEGARON PARA CUMPLIR Y ENTRAR ULTIMOS Y FUERON SUB-CAMPEONES.-
Con una conmovedora humildad, demostraron como nunca el "peso" de una ejemplar hombría, con un espíritu de colaboración y ayuda, tanto en los juegos como fuera de los mismos. Por eso justificamos la explosión de alegría la del primer juego que era decisivo, era el miedo y la incertidumbre que liberaban después de estar aprisionados en el alma a traves de los días previos. Fué la exteriorización del "si podemos " que nunca faltó en el grupo, convalidando el plan acertado e ideal de los técnicos.-
Sin entrenamientos, sin reuniones previas, juntados casi al azar, en un contexto de clara improvisación elaborado en 72 horas, la responsabilidad de todos hizo realidad la hazaña de llegar a la final y cumplir con creces y mucho decoro el paso por una de las eliminatorias para el provincial.-
INFORMEJUAN CARLOS LICARI
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