En un acontecimiento teñido por la profunda emoción arribaron a nuestra ciudad los tres ciclistas ciegos que por tercera vez realizaron la proeza de unir Córdoba con Bell Ville a partir de la ayuda de colaboradores sin problemas de visión.
Al igual que en años anteriores, los tres deportistas ciegos que participaron, son Gustavo Peralta, Roberto Arias y Manuel Guerra, que fueron acompañados por los ciclistas videntes, en bicicletas dobles y pudieron completar este recorrido por ruta 9 y que demandó tres días de intenso sacrificio.
Embargado por una intensa emoción, Roberto comentó que no creía que estas cruzadas lo siguieran emocionando tanto, “pero nos costó mucho sacrificio, mucho esfuerzo, muchos días de entrenamiento, y quiero agradecer a todos los que vinieron con nosotros”.
Por su parte, Gustavo Peralta comentó que “este año fue mas rápido que los otros dos años, con un sacrificio grande, pero no necesitamos hacer paradas en algunos pueblos porque estábamos bien físicamente. Eso nos da mucho aliento porque podemos superarnos, y ya estamos pensando en concretar un nuevo viaje el año que viene sin parada entre Córdoba y Villa María para hacerlo en dos días en vez de tres”.
Peralta agradeció a los que hicieron posible el viaje, y recordó al fallecido Darío Tomassetti, uno de los impulsores de estas travesías.
Por último Guerra, comentó algunas de las vicisitudes que vivieron en este nuevo raid: “Me quede sin piloto en último momento, y recurrimos al hijo de Gustavo que está sin preparación pero siempre listo y me acompaño un buen tramo, y luego a una chica que estaba acompañando a Roberto Arias, y que nos permitieron cumplir con este desafío, además pinchamos una goma antes de llegar a Bell Ville, así que nos vinimos haciendo un sacrificio enorme, pero vale la pena hacerlo”, destacó.
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Al igual que en años anteriores, los tres deportistas ciegos que participaron, son Gustavo Peralta, Roberto Arias y Manuel Guerra, que fueron acompañados por los ciclistas videntes, en bicicletas dobles y pudieron completar este recorrido por ruta 9 y que demandó tres días de intenso sacrificio.
Embargado por una intensa emoción, Roberto comentó que no creía que estas cruzadas lo siguieran emocionando tanto, “pero nos costó mucho sacrificio, mucho esfuerzo, muchos días de entrenamiento, y quiero agradecer a todos los que vinieron con nosotros”.
Por su parte, Gustavo Peralta comentó que “este año fue mas rápido que los otros dos años, con un sacrificio grande, pero no necesitamos hacer paradas en algunos pueblos porque estábamos bien físicamente. Eso nos da mucho aliento porque podemos superarnos, y ya estamos pensando en concretar un nuevo viaje el año que viene sin parada entre Córdoba y Villa María para hacerlo en dos días en vez de tres”.
Peralta agradeció a los que hicieron posible el viaje, y recordó al fallecido Darío Tomassetti, uno de los impulsores de estas travesías.
Por último Guerra, comentó algunas de las vicisitudes que vivieron en este nuevo raid: “Me quede sin piloto en último momento, y recurrimos al hijo de Gustavo que está sin preparación pero siempre listo y me acompaño un buen tramo, y luego a una chica que estaba acompañando a Roberto Arias, y que nos permitieron cumplir con este desafío, además pinchamos una goma antes de llegar a Bell Ville, así que nos vinimos haciendo un sacrificio enorme, pero vale la pena hacerlo”, destacó.
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